Ciertamente el apartado aspectos
débiles y mejoras es el que manifiesta a las claras dos vertientes que suelen
ir ligadas. Los logros académicos obtenidos y la satisfacción por el trabajo
realizado. Es interesante observar como a medida que se le da protagonismo al
alumno en la evaluación de sus logros mediante herramientas variadas disminuye
la “queja” o la arbitrariedad por su parte a la hora de tomar conciencia de su
trabajo. Me refiero concretamente a áreas que pueden dar pie a esta actitud
como la Educación Plástica o distintas asignaturas del Bachillerato de Artes en
las que imparto clase.
Empiezo este apartado con esta
reflexión, que no pretendo sea negativa en ningún caso y que me sirve para enlazar y justificar de
alguna manera la importancia que tiene la participación activa del alumnado en
todo el proceso de enseñanza-aprendizaje. En este sentido analizar los aspectos
débiles y las mejoras en los escritos es ir más allá puesto que de alguna
manera es el propio alumno a través de una trayectoria guiada el que se da
perfecta cuenta aspectos tan significativos como:
·
Ser capaz de sintetizar lo que es realmente
esencial en la unidad didáctica sobre la que se aportan evidencias.
·
Saber en todo momento lo que puede ser
secundario pero también importante.
·
Construir tu propio mapa de cómo se ha
desarrollado la tarea. Los objetivos claramente expresados y unas pautas claras
de cómo llegar a conseguirlos se hacen necesarios.
·
También nos asegura que esos posibles aspectos
mejorables se irán trabajando en los siguientes apartados o trabajos por lo que
se añade otro reto a los propios de la asignatura, y este, es de los que
podríamos denominar transversales. Implica en el alumno un nuevo enfoque, si se
quiere más autodidacta.
·
El desarrollo de la autoestima siempre se va a
ver reforzado por las aportaciones positivas de compañeros y profesor. Además,
este documento puede ser rápidamente compartido con personas afines en
intereses lo que produce una multiplicación de los efectos anteriores. Se proyecta
hacia el exterior.
·
El profesor ayuda a gestionar información y es
participe de una experiencia que de alguna manera traspasa los límites
tradicionales del ámbito académico.
Sin duda alguna, la correcta
calibración de lo que se le exige al alumnado y al profesor debe de ser tenido
en cuenta. Cuando un alto porcentaje del profesorado pida al alumnado el
porfolio como herramienta imprescindible para poder ser evaluado, será un reto,
pero no una motivación para el mismo. Todos sabemos que aprender a gestionar
información, recortar y pegar imágenes, buscar los videos apropiados, encontrar
páginas con textos significativos… conlleva un gasto y una constancia en el
tiempo que el alumno no puede ni debe
asumir como parte de su tarea.
En la actualidad algunos alumnos
no gozan de conexión a internet en su hogar por motivos económicos.
Por otra parte, el nivel de auto
exigencia que se impone el profesor es alto por las razones anteriormente
expuestas. Todos tenemos alguna experiencia con los blogs y otras herramientas
que implican una constancia y una frescura que muchas veces no se puede tener
por motivos personales, profesionales… quizás entender el reto en grupo sea lo
más adecuado.
La evaluación de este reto
siempre tendrá que ser positiva por lo anteriormente expuesto y todas las
acciones futuras irán encaminadas a optimizar la relación tiempo/resultado
satisfactorio.
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